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¿No parece que todxs lxs que están a tu alrededor están siguendo alguna dieta, o un “detox”, o algún otro medio para perder peso? Bueno, éso es porque muchxs de ellxs lo están. La mentalidad de la dieta, al igual que la cultura de la dieta, es igual de insidiosa, furtiva y dañina. Desde personas influyentes y “gurús de la salud” en Internet que alaban la dieta Keto, hasta celebridades que promueven el ayuno intermitente, el ruido que crea la mentalidad de la dieta es ensordecedor.
En este post, aprenderás sobre qué es la mentalidad de la dieta, cómo puede infiltrarse en nuestra relación con la comida y nuestros cuerpos, y cómo deshacerse de ella. Si estás hartx de las falsas promesas de las últimas modas dietéticas y estás cansadx de seguir las modas de salud y bienestar que no funcionan, ¡sigue leyendo! Creo que es hora ya de despertarnos y enfrentarnos al bully de la dieta que literalmente está tratando de robar nuestra comida.
“Desecha los libros y artículos sobre dietas que te ofrecen falsas esperanzas de perder peso de manera rápida, fácil y permanente. Enójate con las mentiras que te han llevado a sentir que eres un fracaso cada vez que una nueva dieta dejó de funcionar y recuperaste todo el peso. Si permites que tan solo una pequeña esperanza persista en que una nueva y mejor dieta para perder peso podría estar a la vuelta de la esquina, evitarás que puedas volver a descubrir la Alimentación Intuitiva ”.
Evelyn Tribole y Elyse Resch, Intuitive Eating
¿Qué es la mentalidad de la dieta?
La mentalidad de la dieta es la creencia de que las dietas son la clave para toda tu salud y felicidad. Se basa en la suposición común, pero incorrecta, de que la pérdida de peso intencional es un objetivo digno por el cual luchar, que delgado=bueno y estar en un cuerpo más grande=malo. Una mentalidad de dieta también nubla, o bloquea por completo, tu capacidad de sintonizar con lo que tu cuerpo necesita y lo que te dice todos los días.
Me encanta cómo lo explica The Nourish Exchange: “El culto a la dieta es alentado por los mensajes de las mujeres que nos rodean (“No debería comer esto, pero … “,”Voy a hacer [un detox] el lunes”,” Me siento gordx “); elogios por perder peso; deseo de control en una situación caótica, y todo esto está envuelto en la noción de que nuestro valor como mujeres depende de nuestra belleza y nuestros cuerpos”.
Este tipo de pensamiento es también lo que alimenta las siguientes modalidades de una alimentación trastornada:
- Moralizar los alimentos en “buenos” y “malos”
- Paranoia alimentaria
- Preocupación poco saludable con la comida
- Trastornos alimentarios
- Poca importancia al placer del comer
- Desconexión de las señales corporales como el hambre y la saciedad
- Dietas yo-yo y rebote de peso
- Pobre autoimagen y autoestima
- Salud mental y bienestar negativos
En su libro, Alimentación Intuitiva (Intuitive Eating, que altamente recomiendo), las autoras Evelyn Tribole y Elyse Resch afirman que el principio 1 de Alimentación Intuitiva es abandonar la mentalidad de la dieta.
Las autoras afirman que “solo cuando prometas descartar la dieta y reemplazarla con un compromiso con la alimentación intuitiva, serás liberadx de la prisión de las fluctuaciones en peso y las obsesiones alimentarias”. Pero abandonar la mentalidad de la dieta es, por supuesto, muy desafiante. Es por eso que primero debemos reconocer el daño que nos ha estado haciendo y elegir curarnos de esta forma tóxica de relacionarnos con los alimentos.
Luego, tenemos que reconocerla en la vida cotidiana, porque al igual que la cultura de la dieta, una mentalidad de dieta puede estar operando sin que nos demos cuenta. En última instancia, éste es un proceso continuo que nos invita a sintonizarnos y confiar en nosotrxs mismxs, en lugar de depender de regulaciones impuestas externamente.
Reconociendo la mentalidad de la dieta
En realidad, no tienes que estar a dieta para experimentar pensamientos de dieta y lo que las autoras de Alimentación Intuitiva llaman “conductas de pseudo dietas”. Si sientes que todavía tienes que controlar qué comer, cuándo comer o cuánto comer, es la mentalidad de la dieta lo que está operando. Sin embargo, recuerda que esto NO es tu culpa: es cómo hemos sido condicionadxs y programadxs por la cultura de la dieta.
Estos pensamientos y comportamientos no siempre son fáciles de detectar, pero aquí hay algunos ejemplos para ayudarte a reconocer la mentalidad de la dieta:
- Contar calorías y macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas)
- Etiquetar los alimentos como “buenos” y “limpios” o “malos”, “pecaminosos”, “prohibidos”
- Comer solo alimentos “limpios”, “saludables”, “bajos en calorías”, “bajos en grasas”, “limpios”
- Hacer comportamientos de dieta no comprobados como “desintoxicación” y “limpiezas” para “fines de salud”
- Sentirse culpable o “malx” después de comer alimentos que la cultura de la dieta asocia con el aumento de peso, como pasteles, dulces, helados, papas fritas, pizza, etc.
- Miedo a ser juzgadx por lo que comes
- Usar comportamientos compensatorios (como ejercicio vigoroso, omitir comidas, restringir alimentos) para “quemar” o “pagar” por comer un alimento que se considera “malo”
- Comer solo en momentos específicos del día, como antes de las 6:00 p.m., a pesar de que hay “poca evidencia directa para apoyar o refutar” un efecto de aumento de peso de las calorías consumidas en la noche, como lo señala este artículo.
- Tratando activamente de mantener tu peso en un número específico mediante comportamientos restrictivos y compensatorios
Como dice Christy Harrison: “Pensar en cómo tu alimentación va a afectar tu tamaño de cualquier manera o forma es la mentalidad de la dieta, y si dejas que gobierne tus selecciones de alimentación, estás haciendo dieta, aunque no pienses en ello como una dieta, e incluso si es muy, muy sutil. La mentalidad de la dieta es astuta en ese aspecto.”
Además, ten cuidado con la reciente tendencia del “wellness” (bienestar). Ésto no es más que una cultura de dieta y una mentalidad de dieta en efecto. Como explica Abbey Sharp: “En la era actual, dieta se ha convertido en una mala palabra y ha sido reemplazada por la búsqueda virtuosa del bienestar o la alimentación limpia. Que no te engañen. Esta es la misma mierda restrictiva que nos obliga a desconfiar de las necesidades de nuestro cuerpo, re-empacado con un nuevo lazo brillante ”.
Consejo: Reconoce el ciclo de mentalidad de la dieta (restringir, darse el gusto, sentirse culpable y mal de nosotrxs mismxs, restringir nuevamente) para comenzar a romper con él.
Cómo rechazar la mentalidad de la dieta
A estas alturas puede que te estés preguntando: “Está bien, pero ¿cómo me deshago de la mentalidad de la dieta?” Bueno, no es una solución única; éste es un proceso continuo de reaprendizaje sobre cómo relacionarse con los alimentos. Necesitamos romper con la vieja y errónea forma de pensar de que las dietas son la solución mágica que se mercadea y ver el daño potencial que pueden causar. Si sientes que deshacerse de la mentalidad de la dieta y construir una relación saludable con los alimentos y tu cuerpo es para TI, aquí hay algunos pasos útiles, derivados del libro Intuitive Eating:
Paso 1: Reconoce el daño que te han causado las dietas
Como he mencionado anteriormente, las dietas causan más daño que bien. En este paso para deshacerse de la mentalidad de la dieta, es importante que evalúes cómo la cultura de la dieta y las dietas te han perjudicado. Puedes hacerte las siguientes preguntas para comenzar:
- ¿Qué te ha costado hacer dieta en tu vida?
- ¿Cómo ha afectado tu vida personal y tus relaciones?
- ¿Cómo ha impactado tus comportamientos alimentarios, preocupación alimentaria y relación con la comida?
- ¿Cómo ha afectado tu salud física, estado de ánimo, salud mental y emocional?
- ¿Cuánto tiempo, dinero y energía has gastado en hacer dietas?
Como afirman las autoras de Intuitive Eating: “Reconocer que la dieta es el problema te ayudará a romper con el mito cultural de que las dietas funcionan”.
Paso 2: Ten en cuenta los rasgos de la mentalidad de la dieta y el pensamiento
Como hemos visto, la mentalidad de la dieta es muy astuta y podemos participar en ella sin siquiera darnos cuenta. Es por eso que debemos ser muy conscientes no solo de nuestros pensamientos, sino también de las conversaciones que estamos entablando y los mensajes que recibimos constantemente.
Desde las redes sociales hasta nuestros parientes bien intencionados, comienza a filtrar estos mensajes y honra lo que TU realmente necesitas, no lo que se “supone” que debes hacer. Comienza a rebelarte contra los conceptos engañosos de la dieta de:
- Obediencia: ¡Ugh, realmente detesto esta palabra! La obediencia en relación con la alimentación generalmente implica el cumplimiento sin sentido y la invasión de los límites (al decirte qué comer, cuánto comer, cuándo comer, comentarios sobre tu peso y tamaño corporal). Y créeme, establecer tus límites fuertes es vital. El “debería” y “no debería” están en el corazón del rasgo de la obediencia de la mentalidad de la dieta. Y son tan perjudiciales en todos los aspectos de nuestra vida. Pregúntate, “bueno, ¿por qué debería (o no debería) yo?”. Ninguna comida te va a hacer o deshacer, entonces, ¿cuál es el problema si tengo ganas de comer papas fritas reales en lugar de las papitas de kale “más saludables” hoy? Enfrentarte a lo que “debes” o “no debes” comer te permite sintonizarte con lo que TU cuerpo realmente necesita y crear una relación saludable con la comida.
- Fuerza de voluntad: Como un intento de contrarrestar los deseos naturales y reemplazarlos con reglas, este paradigma de mentalidad de la dieta está totalmente en contra de nuestras señales corporales inherentes, como el hambre y la saciedad. Tratar de “tener fuerza de voluntad” en contra de nuestro deseo normal de algo dulce es en realidad contraproducente. Puede desencadenar un atracón más tarde y, lo que es peor, una relación negativa con la comida. Cuando dejas de intentar controlar tu alimentación, la comida deja de controlarte a ti. Así que no, tu última dieta no funcionó porque no tenías suficiente fuerza de voluntad–es porque las dietas no funcionan, punto.
- Fracaso: En lugar de reconocer que las dietas no funcionan, que todxs somos diferentes y que no funcionamos de la misma manera, la cultura de la dieta y la mentalidad de la dieta te hacen sentir que es tu culpa, que debes esforzarte más y que eres un fracaso si no “obtienes resultados”. En el libro El Sutil Arte de Que te Importe un Caraj*, el autor presenta un caso interesante sobre la percepción del fracaso. Afirma que nuestros propios valores personales subyacen a todo lo que somos y hacemos. Los valores que elegimos, y las métricas por las cuales se evalúan esos valores (el significado que les damos), están en el corazón de si sentimos que hemos “fallado” o “tenido éxito”. Cuando estos valores no son útiles (por ejemplo, tener un tamaño más pequeño), es inevitable que sintamos que hemos fallado cuando no podemos alcanzar una meta relacionada con ese valor (perder peso). Pero, ¿puedes ver cuál es el problema? No eres tú, son los valores que has elegido, o más bien, los valores que nos ha impuesto la cultura de la dieta. Una vez que vemos que son estos valores defectuosos y este sistema los que nos han fallado, y no al revés, podemos comenzar a desmantelar esta sensación de falla. Al reemplazarlos con mejores valores (como respetar a tu cuerpo y a ti mismx), no hay lugar para el fracaso.
Tu no fallaste: la dieta y el sistema de las dietas te fallaron a TI
Paso 3: Deshazte de las herramientas de la dieta
Hay ciertas “herramientas” que mantienen la mentalidad de la dieta en marcha. Cuanto menos dependamos de ellas, más libres seremos para disfrutar de la comida y respetar nuestros cuerpos. Al principio puede ser un desafío, pero estos cambios (si decides emprenderlos) deben realizarse lentamente, a tu propio ritmo y con un montón de autocompasión. Éstas son algunas de las herramientas de la mentalidad de dieta que deben de largarse:
- La balanza: Como dietista, siempre me sentí incómoda pesando personas. ¡Es más, ni siquiera me peso a mi misma! Por un lado, el peso no es un predictor confiable de nada. Además, el peso puede fluctuar debido a muchas cosas, como la retención de agua, la sudoración, el ciclo hormonal, el uso de ciertos medicamentos, la pérdida de masa muscular, etc. Confiar en este número como prueba de quién eres es totalmente erróneo, y en realidad puede descarrilarte de adoptar un enfoque más positivo hacia tu salud. Ésa es la parte que siempre odié más cuando me pedían que pesara a las personas al principio de mi carrera: la vergüenza (innecesaria) que expresaban por el número, la consternación y el sentimiento injusto de fracaso. Y déjame decirte, es difícil explicarles que este número no lxs define. Ése es otro efecto tóxico de cómo la mentalidad de la dieta erosiona nuestra autoestima.
- Dietas de moda y planes de comidas: Las dietas de moda son planes de alimentación que prometen resultados espectaculares de pérdida de peso. La mayoría (si no todos) no se basan en ninguna evidencia comprobada, no brindan resultados a largo plazo y pueden ser peligrosos para la salud. Créeme, si realmente funcionaran, las dietas de moda ya no seguirían apareciendo cada rato para reemplazar las anteriores. ¿Recuerdas la dieta de South Beach? Exactamente. Además, las dietas de moda son solo otra forma de ejercer fuerzas externas que intentan controlar nuestra ingesta de alimentos, en lugar de entrar y escuchar nuestros cuerpos.
- Redes sociales: Éste es un punto importante. El internet es a la vez una bendición y una maldición. Ahora tenemos acceso a toda esta información pero también tenemos acceso a ¡demasiada información! Para desenredarnos de la mentalidad de la dieta, es importante limitar nuestra exposición a sus mensajes. Por ejemplo, puedes dejar de seguir a algunxs gurús del fitness y el “bienestar” en Instagram que están promoviendo la cultura de la dieta y la mentalidad de la dieta (especialmente si no tienen educación en salud para respaldar sus consejos). O abandona las revistas de dietas a las que estás suscritx. En cambio, busca y sigue a las personas que promueven la aceptación del cuerpo y el amor propio.
Recursos adicionales para salir de la mentalidad de la dieta
Si está interesadx, aquí hay algunas formas de luchar contra la mentalidad de la dieta ¡y comenzar a recuperar tu poder!
Libros:
- Ditch the Diet por Julie Satterfeal
- Anti-Diet: Reclaim Your Time, Money, Well-Being, and Happiness Through Intuitive Eating por Christy Harrison
- The F*ck It Diet: Eating Should Be Easy por Caroline Dooner
- Dressing on the side por Jaclyn London
- The Beauty Myth por Naomi Wolf
Podcasts:
Profesionales Anti-Dietas
Y ahora me gustaría saber de ti. ¿Qué opinas sobre la mentalidad de dieta con la que nos han impuesto? ¿De qué otras formas crees que se infiltra en nuestra vida cotidiana? ¿Hay alguna otra estrategia que puedas sugerir para luchar contra ésto? ¡Hablemos en la sección de comentarios a continuación!
¡Hola! Soy Melissa, Nutricionista-Dietista y madre de 2 dragoncitos. Cuando no estoy hablando de nutrición me puedes encontrar en el piso jugando con mis hijos, cosiendo, cocinando, haciendo manualidades o extrañando la época de los 90 (en serio, la música ya no es lo mismo)